Una vez establecido este
principio, estamos en condiciones de aplicarlo a nuestra teoría de tiros sin
efecto. Veamos:
En la figura 12 vemos que hay 6
recuadros de mesas de billar, de las cuales, la inferior derecha debe
considerarse la imagen real y las restantes deben ser consideradas imágenes
espejo y han sido dibujadas con el fin de mantener las proporciones cuando se
prolonga la línea de puntería hacia la primera banda, teniendo en cuenta el
principio fundamental que los ángulos de incidencia y reflexión son iguales.
Volviendo a la figura 11, vemos
que la línea recta es necesaria para efectuar las operaciones de suma o resta.
Vemos también que el reflejo de ella sobre la primera línea da también el mismo
resultado.
En la Figura 12, las líneas
rectas determinarán con facilidad el recorrido de la bola jugadora que es la
operación fundamental y representan los recorridos de la bola jugadora y sus
rebotes en las bandas teniendo, en cuenta que los ángulos de reflexión son
iguales a los de incidencia. Prolongando
la dirección inicial hacia la última imagen espejo vemos que al marcar en las
imágenes espejo los toques imaginarios de banda, se forma una línea recta. Es decir, trazando una línea recta, se pueden
deducir rápidamente los toques en segunda y tercera bandas.
Vemos pues que ambas figuras
tienen alguna analogía y que lo único que las diferencia es el hecho que a la
figura 12 todavía no se le ha hecho una escala numérica. Para comprobar si ahí
también se pueden hacer operaciones de suma y resta.
Para imaginar mejor esta
analogía diremos que las tres líneas de
la figura 11 aparecen en la figura 12 de la siguiente forma. La línea central es la banda izquierda de la
imagen real, o mejor dicho, la primera banda. Las líneas laterales son las dos
bandas a los costados. En este caso, la
banda base del cálculo es la banda derecha de la imagen real, que llamaremos la
banda de salida y la otra banda lateral es la banda izquierda de la imagen
espejo que está a su izquierda y corresponde a la imagen espejo de la tercera
banda o banda de llegada.
Figura 13
En la figura 13, hemos marcado
los diamantes de la banda izquierda de la imagen real a la mitad de la escala
real y que a partir de ahora la mencionaremos como primera banda, y los
diamantes de la banda de salida a escala normal. Para dar realismo a las imágenes espejo, las hemos doblado al propósito tal como lo
haría un espejo. Por esta razón algunos números salen al revés y de cabeza pero
son bastante legibles.
En la figura 13, al analizar la
trayectoria de color granate vemos que la bola jugadora sale del rincón
inferior derecho cuyo diamante está numerado con el 8; luego toca al diamante 6
de la primera banda que está a mitad de la escala normal y por último, toca al
diamante 2 en tercera banda. 8 - 6 =
2. En la trayectoria de color verde, la
bola sale del diamante 6, toca en el diamante 4 de primera banda y finalmente
al diamante 2 de tercera banda. La resta
es 6 - 4 = 2. El lector puede hacer
varios cálculos más para comprobar la exactitud de esta teoría.
Los tiros de tres bandas
antes sin efecto son muy prácticos justo
en aquellos lugares donde sus similares con efecto se tornan imprecisos. En
tiros con efecto natural, las vueltas cortas o de “cabaña”, el efecto aplicado
a la bola obliga a apuntar en primera banda más lejos del rincón, de lo que
resulta un golpe menos natural que lo habitual.
La bola jugadora sale más abierta de la primera banda hacia la segunda
banda y esto ocasionará también que la salida de tercera banda sea bastante
abierta. En las vueltas de cabaña sin
efecto, en cambio, la entrada es muy natural y la salida de tercera banda se
abrirá mucho menos.