Veamos algunos ejemplos:
Figura 14
En la figura 14 damos tres
trayectorias de carambolas sin efecto cuyas salidas están fuera de la zona de
juego consideradas naturales. Es decir,
son zonas de juego un poco forzadas para las jugadas con efecto. Ahora se presentan simplemente para efectos
del cálculo aritmético que estamos exponiendo.
Posteriormente trataremos de demostrar su utilidad y ventaja sobre las
jugadas con efecto en estas zonas.
Las trayectorias en colores
azul y celeste salen de la banda corta, en lugar de la larga y esto es
suficiente para que se pierda precisión en el cálculo puesto que ya no se hace
éste desde la banda larga, desde donde se puede calcular con precisión. Por ese
detalle y dependiendo del ángulo de ataque a la primera banda, la numeración de
los diamantes de la banda corta pueden variar, al menos bajo el punto de vista teórico. Habrá que ver si en la práctica sucede lo
mismo. Calculando desde el diamante derecho de la banda corta (“c”), según la figura 14, éste debe tener el número
9 como numeración de salida para los cálculos donde el punto en tercera banda
sea entre el rincón y el diamante 4.
Para toques en tercera banda más allá del punto 4, la numeración debe
ser 10. Para los cálculos de salida
desde el diamante central de la banda corta (“b”), las correcciones son más
agudas puesto que son mayores que aquellas para el diamante “c”. Entonces, cuando estamos calculando desde el
diamante “b” habrá que corregir como sigue a continuación. Para llegadas de tercera banda entre el
rincón y el diamante 2, usar el número
base 11, para llegadas desde los
diamantes 2 a 6 usar la base 12 y para llegadas más allá del diamante 6 usar la
base 13.
Volviendo a la figura 14, la
trayectoria de color celeste sale del diamante “c” que ahora se denomina “9” y
el cálculo 9 - 8 = 1, se cumple. En la
trayectoria de color azul la bola parte del diamante “b”, que ahora se denomina
“11”. Nuevamente el cálculo 11 - 10 = 1
se cumple.
La trayectoria de color negro
sale de la banda larga, desde el diamante 4 y el cálculo 4 - 1 = 3 también se
cumple.
Vemos pues que al menos en la
teoría, o sea, en el papel estos cálculos se cumplen exactamente y son tan
parecidos a los de la teoría de bolas con efecto para las tres bandas que no
vemos que haya dificultad en aplicarla.
Lo único que ha cambiado entre ambas teorías es el sistema de
numeración. Al igual que lo que ocurre con la teoría con efecto, habrá casos en
que habrá que aplicar ciertas correcciones para mejorar su precisión.
Un punto que el lector se
preguntará es por que no se ha tocado el regreso desde tercera banda. La repuesta es muy simple, mientras en la
teoría de bolas con efecto, los regresos por tercera banda, son todos casi
iguales, sin importar el recorrido de la bola jugadora en las bandas previas y
por ende fácil de memorizar, en los tiros sin efecto son todos diferentes y
casi imposibles de deducirse matemáticamente, al menos hasta el momento. Por ello es que nuestros cálculos terminan al
chocar la tercera banda y no mencionamos nada de lo que sigue después. Sin embargo, el lector no debe asustarse por
esto. Con la práctica de estas jugadas se ha logrado salvar este impase
invitando al cerebro a que coopere en esta parte final del cálculo y los
resultados son bastante halagadores. El
cerebro casi no tiene dificultad en adivinar este recorrido final con precisión
admirable.
Después de esta explicación,
vemos que estamos dejando la teoría para entrar en la práctica. Mi consejo es que el jugador debe practicar
las teorías que se le presenten y sacar sus propias conclusiones, En cada teoría, sin temor a equivocarme, se
presentan tres tipos de zonas en relación a la precisión. En una de ellas no se requerirá de
correcciones en su aplicación. En otras,
habrá que compensar ya sea cambiando la numeración y variando el tome de la
bola jugadora para lograr la precisión requerida y por último, habrán zonas en
donde ya no es práctico aplicar esta teoría pero de seguro que habrán otras que
la suplen.
Antes de terminar estos
cálculos gráficos de teorías sin efecto basadas en las leyes físicas de la
reflexión de la luz , en la cual se indica que los ángulos de reflexión son
iguales a los de incidencia, el lector podrá observar que los recorridos de la
bola desde bandas alternas son paralelos.
Ej. El recorrido desde la salida
hacia la primera banda es paralelo a aquel desde la segunda banda hacia la
tercera banda. El recorrido desde
primera banda hacia segunda banda es paralelo al recorrido desde tercera
banda. Esto ayudará mucho al jugador
para descubrir el toque en segunda banda, que es tan importante, en especial en
las vueltas cortas o tiros de cabaña.
¿Que cosa hemos logrado con
este análisis? Hemos logrado algo muy
importante, descubrir el recorrido ideal de bola sin efecto y a partir del cual
se pueden aplicar correcciones quizás simples para obtener resultados
precisos. Como ya lo dijimos
anteriormente, la bola sin efecto adquiere efecto al chocar con otras bolas o
las bandas pero en un tiro de tres bandas antes ocurre algo significativo. En la mayoría de los casos el efecto que la
bola adquiere al tocar la primera banda, prácticamente desaparece al tocar la
segunda banda de manera que la llegada a tercera banda es muy precisa. Mi
consejo paradójico es que de acuerdo al ángulo de incidencia a la primera
banda, el jugador calcule un poco de efecto contrario de manera que la bola
jugadora toque la segunda banda sin efecto. Así, ésta tocará la tercera banda
casi sin efecto lateral.
Continuará
Continuará
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